La crisis del Agave Azul

Factores de causa, efectos y solucines

Agaves Pro

martes, 23 de julio de 2024

El precio del agave azul depende de la oferta y la demanda, así como de las condiciones económicas, sociales, climáticas y fitosanitarias que afectan su cultivo. En los últimos años, se han dado una serie de circunstancias que han generado un desequilibrio entre la producción y su consumo, lo que ha provocado una sobreoferta y una caída de sus precios.

La industria enfrenta actualmente una crisis significativa que plantea serios desafíos para los productores y para la sostenibilidad del sector. El costo de producir un kilogramo de agave ronda los 6 pesos si se cosecha en 5 años, y de 6 a 7.50 pesos en el sexto año. Pero el precio ha caído 88% en los últimos tres años, bajando de $30 pesos mexicanos por kilogramo en 2021 a sólo $3.50 actualmente.

Principales factores

El augo global tequilero

El tequila ha experimentado un crecimiento exponencial en su demanda nacional e internacional, impulsado por el aumento del consumo en Estados Unidos, el principal mercado del tequila, así como por la diversificación de sus presentaciones y usos. Según datos del Consejo Regulador del Tequila (CRT), en 2022, la industria requirió 2.6 millones de toneladas de agave, un incremento del 136 % respecto a 2017, lo que también provocó un aumento del 287 % en el precio del agave. Este generó mucha presión sobre el agave azul, que es el único insumo permitido para la elaboración del tequila según la norma oficial mexicana. Desafortunadamente, este aumento ha sido seguido por una caída abrupta, generando diversas reacciones en el sector y afectando a los productores de agave.

La sobreoferta de agave

Ante el aumento de la demanda de tequila, muchos productores decidieron incrementar sus superficies de cultivo de agave azul, sin considerar los ciclos biológicos de esta planta, que tarda entre 6 y 10 años en madurar y estar lista para su cosecha. Según datos del CRT, entre 2015 y marzo de 2023 se establecieron 1,394 millones de plantas de agave en 418,000 hectáreas en 173 municipios. Esto significa que hay 8 veces más agave de lo que todas las fábricas pudieran procesar, incluyendo las mega fábricas que se están construyendo y que están por iniciar operaciones.

Los intermediaros

El precio del agave azul no se determina por un mercado transparente y regulado, sino por la negociación entre productores e industriales, donde intervienen intermediarios conocidos como coyotes, que compran el agave a bajo precio y lo revenden a las fábricas a un precio mayor. Estos actores aprovechan la falta de información, organización y financiamiento de los productores para especular con el precio del agave y obtener ganancias a su costa. Además, los coyotes suelen comprar agave inmaduro o enfermo, lo que afecta la calidad del tequila y la salud de las plantaciones.

Los efectos

Los productores de agave azul son los más afectados por el desplome de sus precios, ya que ven reducidos sus ingresos y su rentabilidad. Muchos de ellos no pueden cubrir los costos de producción y se ven obligados a vender su agave a precios de remate o incluso a abandonar sus cosechas. Esto implica una pérdida de empleos y de oportunidades de desarrollo para miles de familias que dependen de esta actividad. Según estimaciones del CRT, el sector agavero genera alrededor de 70,000 empleos directos y 280,000 indirectos.

El desplome del precio del agave azul también tiene un impacto negativo en el medio ambiente y en el tejido social de las regiones productoras. Por un lado, la sobreplantación y la sobreexplotación del agave azul provocan una pérdida de biodiversidad, una erosión del suelo, una disminución de los recursos hídricos y una mayor vulnerabilidad ante plagas y enfermedades. Además, la baja calidad del agave que se utiliza para la elaboración del tequila repercute en la calidad del producto final, lo que puede dañar su imagen. Por otro lado, la falta de ingresos y oportunidades para los productores genera pobreza, migración, violencia e inseguridad en las comunidades rurales.

Soluciones

Ante esta situación crítica, se requiere de la participación y la coordinación de todos los actores involucrados en la cadena productiva del tequila, así como de las autoridades gubernamentales, para buscar soluciones que permitan revertir el desplome del precio del agave y garantizar la viabilidad económica, social y ambiental del sector.

Entre las posibles soluciones que se han propuesto se encuentran:

La regulación y el ordenamiento del mercado del agave

Se necesita establecer un mecanismo transparente y equitativo para determinar el precio del agave azul, que tome en cuenta los costos de producción, la calidad del producto, la oferta y la demanda, y que evite la especulación y la intermediación abusiva. Asimismo, se necesita ordenar el cultivo del agave azul, estableciendo cuotas de producción, zonas autorizadas, sistemas de certificación y trazabilidad, y medidas sanitarias y fitosanitarias.

La diversificación y el valor agregado

Se necesita diversificar la producción y el uso del agave azul, aprovechando sus múltiples propiedades y beneficios para elaborar otros productos como miel, jarabe, inulina, fibra, papel, biocombustible, cosméticos, medicamentos, entre otros. Esto permitiría generar mayores ingresos para los productores y reducir su dependencia del tequila. Además, se necesita agregar valor al tequila, diferenciándolo por su calidad, origen, proceso, presentación y marca, y promoviéndolo como una bebida única y exclusiva.

La innovación y la sustentabilidad

Se necesita innovar en el cultivo y la transformación del agave azul, incorporando tecnologías que mejoren la productividad, la eficiencia y la competitividad del sector. También se necesita adoptar prácticas sustentables que protejan el medio ambiente y los recursos naturales, como el manejo orgánico, el riego eficiente, la rotación de cultivos, el aprovechamiento integral de los residuos, entre otros.

La organización y la capacitación

Se necesita fortalecer la organización y la capacitación de los productores de agave azul, fomentando su asociatividad, su participación en las decisiones del sector, su acceso a información, financiamiento y asistencia técnica. También se necesita capacitarlos en temas como administración, comercialización, calidad, innovación y sustentabilidad, para mejorar sus competencias y habilidades.

La cooperación y la responsabilidad social

Se necesita fomentar la cooperación y la responsabilidad social entre los actores de la cadena productiva del tequila, buscando el beneficio mutuo y el desarrollo integral de las regiones productoras. Esto implica establecer alianzas estratégicas, mecanismos de diálogo y negociación, programas de apoyo y asesoría, y acciones de responsabilidad social empresarial.

El agave azul es una planta de gran valor económico, cultural y ambiental para México, que se encuentra en una situación crítica por el desplome de sus precios. Esta situación se debe a una serie de factores que han generado un desequilibrio entre la oferta y la demanda de esta planta, afectando a los productores, a la industria tequilera y al medio ambiente. Para revertir esta crisis, se requiere de la participación y la coordinación de todos los actores involucrados en el sector, así como de la implementación de soluciones que permitan regular y ordenar el mercado del agave, diversificar y agregar valor a su producción, innovar y adoptar prácticas sustentables, fortalecer la organización y la capacitación de los productores, y fomentar la cooperación y la responsabilidad social entre los actores. Solo así se podrá garantizar la viabilidad económica, social y ambiental del sector tequilero y del país.

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